ANUNCIO DE ADVIENTO 2014
Os anuncio una buena
noticia: el Adviento va a comenzar.
Alzad la vista,
restregaos los ojos, despertad, otead el horizonte, porque Dios viene.Daos cuenta del
momento. Avivad el oído para escuchar los susurros, los gritos, el anuncio de la
Vida que va nacer.En el seno de María, crece
el germen de un mundo nuevo: el Hijo del Dios encarnado, el Emmanuel, el Dios-con nosotros.Con el Adviento,
amanece la esperanza en el horizonte, en el corazón de todo creyente; porque de
los cielos llueve el rocío de la justicia, de la paz y del amor: Dios se ha
encarnado en una doncella, hija de Israel, a la que todas las generaciones
llamarán “Bienaventurada” porque ha
creído en el anuncio del
ángel.
Al fondo, se percibe ya
la Navidad: una Navidad gozosa, íntima, fraterna, serenada, pacífica y
solidaria.
Para algunos también será
una Navidad superficial, triste, desgarrada, incluso violenta, pero siempre “esposada”,
unida a la esperanza. La esperanza, esa “niña” que habita en lo más profundo
del ser humano, es la que nos mantiene firmes ante la espera de que un mundo
mejor es posible.El Adviento, es llama de
esperanza, llama ardiente que atraviesa el espesor de los tiempos y de las tinieblas.
Llama que alumbra el camino del peregrino vacilante, perdido en la encrucijada
de los caminos y del tiempo.Adviento, un camino
solidario que da la mano al extraviado y al cansado; abraza al solitario y
abandonado; consuela al triste, visita al enfermo, al extranjero y al encarcelado;
da pan al hambriento y agua al sediento.Adviento se “esposa”,
se une con la Humanidad sedienta de verdad, de justicia, de paz y fraternidad.Adviento, contenido de
gozosa y Buena Nueva: ¡María está en cinta! una gestación de ternura y
esperanza le acompaña. ¡Dios visita a su pueblo! Dios se hace uno de nosotros,
para hacernos semejantes a Él. Estad alegres, os lo suplico, estad alegres, el
Señor viene y planta su tienda entre nosotros dándonos el poder de ser hijos de
Dios.
Isaías grita lleno de
esperanza: “Caminemos a la luz del Señor. Preparad los caminos del Señor, para
que todo el mundo contemple la salvación de Dios” (Is. 40, 3).Con la esperanza de
todos los pobres de Yahvé y los pobres de todos los tiempos, pronuncia María su
Fiat: “Hágase en mí según tu palabra” Lc
1,38). Y el Verbo se encarnó y habitó
entre nosotros, colmando todo anhelo de libertad y salvación.Alegraos, saltad de
júbilo, poneos vuestro traje de fiesta, perfumaos con perfumes exquisitos de
buenas obras, para recibir a vuestro Dios que viene.
Avivad la alegría, el júbilo
y la fiesta. ¡Preparad el camino! Ya llega nuestro Salvador, nuestro Dios. “Él está a la puerta y llama, si
le abres, él se sentará a la mesa y cenara contigo” (Ap. 3,20).¡Ora, contempla, acoger la Vida! Y con ella, celebra
la Navidad, la fraternidad solidaría.
Sor Carmen Herrero