lunes, 5 de agosto de 2013

Teléfonos de emergencia

¿Te imaginas lo que pasaría si tratáramos nuestra Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil?

¿Y si siempre lleváramos nuestra Biblia en el bolsillo o en la cartera?
¿Y si la mirásemos a cada rato durante el día?
¿Y si volviésemos a buscarla cuando la olvidamos en casa o en la oficina?
¿Y si la usáramos para enviar mensajitos a nuestros amigos?
¿Y si la tratásemos como si no pudiéramos vivir sin ella?
¿Y si la regalamos a los chicos?
¿Y si la usáramos cuando viajamos?
¿Y si la utilizamos en caso de emergencia?

Al contrario del móvil, la Biblia no pierde la señal. Ella 'funciona' en cualquier lugar.
No hace falta preocuparse con la falta de saldo porque Jesús ya pagó la cuenta y el saldo no tiene fin.
Y lo mejor de todo: no se cae la línea y la batería dura de por vida.

'Busca al Señor mientras se puede encontrar, invócalo mientras esté cerca' (Is 55, 6)

En ella encontramos algunos teléfonos de emergencia:
  • Cuando estás triste, marca Juan 14.
  • Cuando personas hablan mal de ti, marca Salmo 27.
  • Cuando estás nervioso/a, marca Salmo 51
  • Cuando estás preocupado/a, marca Mateo 6, 19.34
  • Cuando estás en peligro, marca Salmo 91.
  • Cuando Dios parece distante, marca Salmo 63.
  • Cuando tu fe necesita ser activada, marca Hebreos 11.
  • Cuando estás solo/a y con miedo, marca Salmo 23.
  • Cuando eres áspero y crítico, marca 1 Corintios 13.
  • Pasa saber el secreto de la felicidad, marca Colosenses 3, 12-17
  • Cuando te sientas triste y solo/a, marca Romanos 8, 31-39
  • Cuando quieras paz y descanso, marca Mateo 11, 25-30
  • Cuando el mundo parece mayor que Dios, marca Salmo 90